LISZT, Franz

Sonata para piano solo en si menor S 178

Stanislav Ioudenitch, profesor invitado

Tomás Alegre, alumno

Después de tocar la Sonata completa, profesor y alumno hablan de los descansos musicales en algunos pasajes y de las diferentes posibilidades de tocar el comienzo (pizzicato más que staccato, dependiendo de la acústica) manteniendo la reverberación con el pedal. Trabajan ese comienzo en profundidad. Hay que escuchar los silencios. El profesor explica la calidad del forte necesaria en las octavas para crear contraste. Hay que practicar los saltos de octava pensando en hacerlos legato, y sin pedal. Comentan el peso que tiene que tener cada mano en determinados pasajes, a veces una predomina, a veces van a la par. Trabajan la precisión de los acordes, el ataque y la calidad de sonido, que se consigue con mucha más libertad de hombros y brazos y precisión de las puntas de los dedos. Ioudenitch insiste mucho en la precisión de la mano izquierda, en una articulación muy eficaz. La flexibilidad (en ambas manos) es necesaria en muchos pasajes, así no hay que invertir tanto esfuerzo en tocar ciertas dificultades técnicas. Aplican esta flexibilidad a varios pasajes. Hay que prestar la atención a la armonía para darle el carácter adecuado al pasaje. Cuando los compositores escriben frases tan largas es porque quieren que el tempo no sea demasiado lento. Tienen que notarse los escalones en el ascenso del pp al ff en las notas staccato. Trabajan el staccato en la mano izquierda. Van repasando pasaje por pasaje y analizando todas las cuestiones técnicas y expresivas para crear la atmósfera y los colores adecuados.

Idioma: inglés