CHAUSSON, Ernest

Poema para violín solo y orquesta op. 25 (reducción para violín y piano)

Miriam Fried, profesora invitada

Inés Issel Burzyñska, alumna

Vadim Gladkov, pianista acompañante

La profesora Fried empieza hablando de lo que tiene de especial esta pieza, las circunstancias de composición de la obra y del poema relacionado con ella. Dentro de los aspectos puramente musicales, se destacaría la amplia gama de emociones y colores. Y eso es sobre lo que van a trabajar durante toda la clase: las emociones y los colores y las herramientas que ayudan a conseguir esos aspectos. El vibrato da al sonido un color especial. La mano derecha es la máxima responsable de la expresión en el violín, pero la izquierda da el color, además de la altura. En un pasaje de dos voces se tienen que oír las dos melodías para que el público distinga ese diálogo, así que tenemos que prestar especial atención a los diferentes planos sonoros y a los intervalos.

Fried explica la importancia de buscar el sonido y utilizar la velocidad de arco adecuada que hagan sonar la música de una manera fácil y cómoda. Cada elemento que tocamos tiene que ser el resultado de una decisión consciente. Hay que organizar los detalles en estructuras más grandes. El pulso en tres batidas puede ser muy diferente dependiendo del carácter de la pieza: vals, minueto, zarabanda...

Para finalizar, Fried habla del vibrato en función del sonido. El arco tiene que cambiar a la vez que cambiamos la forma de vibrar. El objetivo es conseguir un color específico, que es más fácil de encontrar si tocamos con flexibilidad.

Idioma: inglés